REAL VALLADOLID 1 - 1 REAL MADRID: VUELTA A LA REALIDAD

La imagen de arriba resume a la perfección el encuentro de ayer: el equipo pucelano corriendo con el balón en los pies a la par que el Real Madrid hacia lo propio pero sin balón, tras los pasos de los jugadores vallisoletanos. Mal, muy mal partido del equipo de Schuster en la noche de ayer e injustísimo resultado en el Nuevo José Zorrilla. El Valladolid nos hizo descender de un plumazo del pedestal en el que nos habíamos encumbrado en estas últimas semanas, devolviéndonos a la realidad: una realidad marcada por la titularidad de, 120 millones de por medio, Raúl, Guti y, lo que es más desesperante, de Míchel Salgado, que parece una locaza teñida de rubio. La titularidad del gallego fue insultante. Por lo que parece, el carvajalismo sigue latente.

Y es que el equipo volvió a sufrir defectos en su forma en la noche de ayer. El 4-3-3 con el que nos ilusionamos en Villarreal ha ido tornándose con el paso de los partidos en un 4-4-2 estático (de futbolín) , sin movilidad entre líneas y sin desborde en las bandas. La salida de Sneijder afectó sobremanera a un Guti que no debe formar nunca doble pivote porque se evade. Con la línea de tres en el centro del campo, los partidos, por físico y calidad, eran nuestros a raíz del dominio de la franja central. Este hecho hace aún más imprescindible la presencia de Wesley Sneijder, por lo que es evidente a todas luces que falta otro centrocampista ofensivo en la plantilla. En cuanto al partido, el equipo de Mendilíbar salió en tromba en los primeros 15 minutos, llevando el balón al campo madridista y embotellando a los de Schuster en su propia área. Espoleados por un público entregado, los Sisi, Llorente, Komé y compañía daban un completo recital ante un Real Madrid ausente y perdido. Sin embargo, la falta de definición de los pucelanos provocó que los merengues fueran entrando poco a poco en la dinámica del encuentro. A la contra, único recurso madridista anoche, Robinho y Drenthe creaban bastante peligro por sus respectivas bandas. Pero sólo era un espejismo, porque todo el juego, las llegadas y el peligro real lo llevaban lo locales. Rubio y el ex-madridista Borja estuvieron colosales ayer en el doble pivote, García Calvo fue un completo mariscal en la zaga pucelana, mientras que Sisi, Llorente y Komé no cejaban de crear peligro con su endiablada verticalidad. A pesar de todo, el encuentro continuaba con el resultado a gafas.

En la segunda parte no cambiaron mucho las tornas. Unos jugaban, otros miraban y corrían tras ellos. El dominio del Valladolid en el centro del campo era aplastante y Schuster, bastante equivocado ayer, no supo verlo. Cambió a Robinho y a Drenthe, víctimas del desconcierto y la dejadez que reinaba en el centro del campo blanco, por Robben e Higuaín, manteniendo una vez más a Raúl sobre el tapete. Si hay rotaciones, “Chus”, que participen todos en ellas. Tal era el dominio que el gol pucelano, era evidente, tenía que llegar de alguna manera. Y lo hizo de la manera más impresionante, mediante un auténtico chutazo desde fuera del área de Pedro López. Tras el gol, con el reloj y el marcador a favor, el Valladolid bajó algo el ritmo y retrasó las líneas, aunque seguía teniendo mucho peligro a la contra. El resultado parecía casi imposible de variar, hasta que Guti, aprovechando un desajuste defensivo vallisoletano y en su única acción de peso en el encuentro, dejaba sólo a Van Nistelrooy delante de Butelle. El holandés, con frialdad y nada de egoísmo cedió el balón a Saviola y el “pibito” anotaba su 2º tanto. El argentino se está convirtiendo en un talismán para este tipo de encuentros.

En resumidas cuentas, el resultado, clarividentemente injusto, reflejó la verdadera realidad de un Real Madrid al que muchos defectos le quedan por pulir. La “Sneijderdependencia” es un hecho consumado.

Schuster: “Nos tenemos que ir contentos con un punto”. Este no es el camino. La mediocridad manifiesta este tipo de comentarios. El Madrid, por historia, jamás de los jamases, bajó ninguna situación o circunstancia, puede contentarse con un empate en casa de un recién ascendido. Si somos grandes, y lo somos, es por haber aspirado históricamente a lo máximo. Si ya hemos hecho mediocre el club en algunos ámbitos en este último año, no hagamos lo propio en el ámbito futbolístico.

LOS GOLES

1-0 Pedro López, tras un disparo de 30 metros que se cuela por la escuadra de Casillas.
1-1 Saviola, tras recibir de V. Nistelrooy.

EL CRACK:

Borja: En este apartado podríamos incluir a muchos futbolistas del Valladolid, pero yo apuesto por el canterazo madridista. El centrocampista hizo un partido magnífico acompañado en la medular por Rubio. Robó en el centro del campo, distribuyó el balón con criterio y aguanto el infernal ritmo de partido marcado por su equipo a la perfección. Él y Rubio aplacaron completamente el ataque merengue y dominaron por completo a Guti y a Diarra.