REAL MADRID 2 – 1 W.BREMEN: CUATRO DE CUATRO

Balón estrellado, Bernabéu retroiluminado, vallas “galácticas”, la ya mítica musiquilla a comienzo de partido que nos eriza el bello, los recuerdos imperecederos del gol agónico de Mijatovic en 1998 o el de Zidane en el 2002… En resumidas cuentas, la Champions League volvía al estadio madridista en la noche de ayer y nos ofrecía la primera victoria (cuarta consecutiva en lo que llevamos de temporada) del equipo de Schuster.

Pero la victoria no fue ni mucho menos sencilla, pues, además de la oposición del equipo teutón (Diego +10) los blancos tuvieron que enfrentarse a sí mismos en muchas fases del encuentro dado que se vislumbraron las mismas sombras que en el partido del Almería. La presencia de Marcelo, Gago e Higuaín (los apagafuegos de las navidades pasadas), supusieron las mayores novedades en el once. Hasta el minuto 30 el partido fue un constante devenir de pérdidas en el centro del campo por parte de ambos equipos, sin ocasiones claras. El Real Madrid intentaba jugar rápido, pero pisaba en exceso el acelerador y terminaba regalando balones a mansalva a la defensa alemana. Gago se ofrecía constantemente, lo que es de agradecer, pero intentó abarcar tanto espacio que acabó por anular a sus cómplices en la medular: Guti & Sneijder. Además, el ex de Boca mostró su latente debilidad física y defensiva ante la tremenda calidad de Diego Ribas, lo que nos hace pensar que no hay sustituto natural para Diarra. Tan sólo las subidas de un Marcelo ambicioso e ilusionado alegraban algo el encuentro. Esta dinámica dio un vuelco en los últimos 15 minutos del primer periodo, a raíz de las apariciones de un Higuaín que crece cada vez más. El argentino ocupó por momentos su posición natural en la mediapunta, enlazando con Guti, que juega por impulsos, y Sneijder. Entre este los tres, la movilidad de Raúl y las ganas de Marcelo se fraguaron los mejores minutos del Real Madrid. El Werder, por su parte, basaba su juego en la imaginación y la fantasía de un pedazo de jugador llamado Diego, la verdadera "piedra filosofal" de los teutones que cubre las enormes imprecisiones y carencias defensivas del colectivo.

En la segunda parte el partido siguió la tónica de la primera. La impresión general era que el gol estaba por llegar, por parte de uno u otro bando. El Real Madrid siguió practicando un juego alocado, desordenado impreciso y excesivamente rápido. Guti y Sneijder, los encargados de frenar y dar sentido a la máquina cuando el balón pasa por sus botas, estaban missing, especialmente el holandés. A esto hay que sumarle la inoperancia de Gago, que siguió arriesgando en exceso la salida de balón, Sin embargo, a partir del gol de Van Nistelrooy, que se mostró falto de chispa y velocidad, y los cambios de Schuster (volvió a tardar mucho tiempo en introducirlos), el equipo madridista lavó algo su imagen. El último punto a destacar del choque fue el debut de Robben, que mostró grandes dosis de ilusión y de calidad en los pocos minutos que participó. Si las lesiones le respetan, podemos disfrutar mucho con el jugador tulipán. En otro orden de cosas, cabe destacar la actuación de Raúl, que sin hacer un partido "5 estrellas", mantuvo e incluso mejoró el nivel de los primeros partidos. Se vació, corrió con inteligencia táctica, marcó un gol y dio otro. Básicamente, lo que debería aportar en cada partido un jugador de su posición. Aun así, sigo siendo muy escéptico al respecto.

En resumidas cuentas, el Real Madrid hizo valer su mayor categoría ante un Bremen correoso y voluntarioso que no debió ponernos en tantos apuros. Lo más importante, como se suele decir en los malos encuentros: los tres puntos.

LOS GOLES:

1-0 Raúl, rematando de cabeza en el área pequeña un envío de Van Nistelrooy
1-1 Sanogo, aprovechando un error de Casillas.
2-1 Van Nistelrooy, a pase de Raúl.

EL CRACK:

Higuaín: el argentino completo un encuentro soberbio, al que sólo le falto el gol. Mostró su velocidad, su desborde, su implicación por el equipo juegue en la posición que juegue y su enorme dinamismo. El ex jugador de River mostró todas sus dotes balompédicas y su 20 añitos nos hacen pensar que tiene un potencial soberbio por delante. Los que dudábamos de él, entre los que me incluyo, abdicamos ya hace tiempo. Que Robinho este muy alerta porque el “Pipita” aprieta muy fuerte por detrás….

Posdata: Vale que Raúl venga completando una buena serie de partidos, pero lo de los medios en el día de ayer con el “7” fue una auténtica cacicada informativa. Poco más y exigen el Balón de Oro para el capitán blanco (me niego a pensar que “Mamona” Lama no lo pensara). ¿Dónde han estado los medios los últimos tres funestos años futbolísticamente hablando del madridista? Beckham, Zidane Ronaldo… Todos recibieron palos de la prensa. ¿Y Raúl? Nada. Silencio absoluto.