CRÓNICAS REALES: REAL MADRID – ÉCIJA



Bueno, pues como ya advertí en El Triangular Madridista, me dirigí junto a unos amigos al Santiago Bernabeú. La experiencia fue, como siempre que voy a mi segunda casa, maravillosa. Al llegar nos dirigimos al bar que se encuentra junto al Burger King a comprar unos bocadillos y unas coca-colas. Una vez en el estadio, la visión no podía ser mejor. Fue la mejor posición que yo he tenido nunca en el Bernabeú, inmediatamente debajo de las cabinas de prensa radiofónica y escrita. En la primera parte, el equipo estaba anulado, como de costumbre. No había ni ritmo, ni intensidad ni nada que se parezca a ganas de vencer. Es lo que tiene para los supuestos galácticos jugar con un 2ª B. Javi García estaba nervioso y Diarra no aportaba nada al equipo, sólo acumulaba pérdidas de balón. Se lo recriminó inmediatamente el público, con pitos a cada error. Capello salía enfurecido del banquillo, el equipo no hacía nada y el Bernabeú estaba silencioso, como en la ópera. Finalizaba la primera parte, y todos nos íbamos con un enfado tremendo a estirar las piernas. Fuimos buscando periodistas por la zona. Vimos a Lama, que nos saludo y nos guiño el ojo. También vimos al periodista francés de France Football, que escribe en As y comenta en el Sport Center de la Sexta, a Frederick. Nos fotografiamos con él y cuando las tenga (se hicieron con la cámara de un amigo), colgaré las fotos. Comenzaba la segunda parte del encuentro. Yo y mi amigo comentábamos la falta de velocidad del equipo, la necesidad de un cerebro y la importancia o no de Ronaldo en el equipo. Y justo cuando mi compañero, (un poco antibeckham, como tú Andrés) me decía que el inglés era un patapalo que no sabía usar la pierna izquierda, Becks marcaba y con la izquierda. La afición se levantaba al unísono con el gol del británico. A partir de este gol la grada se reengancho con los de Fabio Capello. Llegaba el gol de Ronaldo, los dos de Van Nistelrooy, el golazo de De la Red y una jugada espectacular de Robinho. El Écija se mereció más que el gol, aunque a la afición andaluza no le importaba, y llenaban de color el Fondo Norte del Estadio Bernabeú con su guasa y sus cánticos. Finalizaba el partido y todos nos encaminábamos satisfechos con la clasificación, pero con la idea de que los 5 goles no fueron más que un espejismo.

PD: Lo siento por la baja resolución de las fotografías, pero es que la cámara no da para más. Saludos¡¡¡