REAL MADRID 3 – 2 BAYER MUNICH: COMO TODOS LOS AÑOS.

Germanos y madrileños se vieron ayer las caras en el enésimo choque entre ambos en competición europea. Entretenido y bonito partido el que pudimos ver ayer en el Santiago Bernabeú. El resultado fue a todas luces justo, pus ambos equipo hicieron desméritos para que se diera el mismo.

Como las grandes noches europeas, la afición madridista no falló en la noche de ayer al equipo de Chamartín. Diferencias notables las que se observan entre “el publico Champions” y “el público Liga”. El primero de ellos es más joven, más animoso y más entregado que el segundo. Esta afición llevó en volandas al equipo durante la primera parte, permitiendo a los de Fabio Capello realizar uno de los mejores primeros tiempos de la temporada. Una de las alineaciones más ofensivas del “Código Capello” se presentó en el feudo blanco. Y los Gago, Guti, Beckham, Higuáin… no fallaron, en un principio. El equipo empezó con el cuchillo entre los dientes, con las líneas juntas y adelantadas, mientras el Bayer salió temeroso, seguramente pensando que este Madrid era el mismo de hace algunos años. Pero la realidad no es así. Cuando más fácil lo tuvimos para matar la eliminatoria, sentimos el famoso miedo escénico del Bernabeú. Curiosa contradicción. Aún así, en la primera parte, el equipo mostró unas fascinantes ganas de llevarse la victoria. Beckham, en mi opinión el mejor ayer junto a Torres, se mostró, apoyo al canterano, apoyo al centro del campo, corrió, volvió a poner la magia en sus preciosos cambios de banda y sacó su guante a relucir en las jugadas a balón parado. Raúl pareció ser por momentos el de antaño: oportunista, pillo, voluntarioso y con olfato de gol. Seguramente en el próximo partido vuelva a ser el de los últimos tres años: incompetente, anulado, desaparecido y fallón. Pero, me gustó ver al gran Raúl de nuevo, aunque sólo fuese 45 minutos. Y efectivamente, sólo fueron 45 minutos donde vi al Madrid de siempre, el gran Madrid. 3-1 e el marcador.

Pero me desperté de mis sueño cuando el colegiado pitó el principio del segundo periodo. Los germanos tomaron el control y el equipo de Fabio Capello regresó a la mediocridad, al oscurantismo y al raterío que nos tiene acostumbrados. Pero es que no hay para más. Los jubilados treintañeros no pueden más físicamente. Y en esta tesitura, el equipo muniqués cambió radicalmente, haciendo una excepcional segunda parte en el Bernabeú. Cogió el balón y no lo soltó hasta que en el minuto 93 finalizo el partido. La salida de Pizarro y Salihamidzic aportaron veteranía, sobriedad y calidad al equipo de Hitzfeld. Tiraron 7 tiros a la portería de Casillas, en un completo asedio contra la portería blanca. Peo Casillas demostró que él no ha cambiado, y con una parada antológica salvó el cuello a su equipo. Higuaín fue sustituido por Robinho, que no funcionó. El brasileño esta desquiciado, nervioso y triste. Todo desde aquel maldito día en el que Pedja Mijatovic, seguramente abducido por su gomina, no defendió al carioca ante un hecho filtrado desde el propio club. ¡Hay Pedja, Pedja! ¿Es que no te acuerdas de las que te pillabas tú hace diez años? Memoria histórica. Después de este breve monólogo interior en voz alta, seguimos con el choque de anoche. Cuando las fuerzas languidecían del todo, un balón rechazado al centro, como no, por parte de la defensa blanca, le caía al ex.-azulgrana Van Bommel que la pegaba perfecta al palo derecho y que tras el gol, tenía un lamentable gesto contra los jugadores blancos y su afición. Y así se acababa el encuentro, con un equipo exultante y otro desquiciad. Lo que pudo ser una gran noche se convirtió en una noche mediocre, como la de los últimos años en Copa de Europa. Personalmente me parece un resultado muy negativo. ¿Y a vosotros?

GOLES

1-0 (Minuto 10) Raúl, tras aprovechar un pase de Van Nistelrooy.
1-1 (Minuto 23) Lucio, tras el saque de una falta frontal aprovechando un tremando error de marcaje.
2-1 Raúl (Minuto 29), peinando un remate de Helguera tras saque de esquina de Beckham.
3-1 Van Nistelrooy (Minuto 35), tras un saque de falta frontal de Beckham.
3-2 Van Bommel (Minuto 88) en las postrimerías del encuentro empalando un gran disparo desde la frontal.